Todo me es licito pero no todo me conviene.
Tantas cosas que podemos hacer en nuestra
vida pero la mayoría de las actividades
que realizan los jóvenes de hoy en día no son licitas ya que no nos permiten un
bienestar social y personal a nuestra vida no nos conviene ya que se forman
ambientes pesados para las personas que conviven en este país y en esta ciudad.
Cuando una persona sale de ese mundo y quiere cambiar su vida para ser cristiano esa persona agradecería mas que los lideres de las iglesias jamas anduvieron prohibiendo nada, ni mucho menos me quisieron obligar a ser se una forma u otra, sino que se esforzaron en enseñar a leer la Palabra y a darme cuenta por mi mismo que cosas son agradables a Dios y que cosas le son desagradables.
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